Hoy en el Magazine de Clientia me gustaría hablar de la máquina más compleja del universo, el cerebro humano, que además, es el responsable de nuestras vidas. Nuestras acciones y reacciones son provocadas en gran medida por este super equipo instalado en nuestras cabezas así que no está de más conocerlo un poco y saber cómo aumentar la productividad del cerebro.
Actualmente está en auge la palabra productividad, en gran parte, parece que nos evoca el logro de conseguir más cosas en menos tiempo y hacerlo de manera eficiente, algo muy atractivo para todos.
Hay numerosos consejos que nos ayudan a ser más productivos en una determinada tarea (focaliza, prioriza, no procrastines…). Pero, ¿cómo se puede sostener esta productividad?
Con el fin de alcanzar nuestros niveles de productividad deseados, vamos a entender cómo funciona nuestro cerebro y la forma en que posteriormente podemos crear períodos de productividad sostenida en nuestras vidas.
1.- Active el Neocórtex:
Como os comenté en el post acerca del Neuromarketing, nuestro cerebro está compuesto de tres cerebros interrelacionados:
- El cerebro reptil es el cerebro más antiguo en términos de evolución.
Es esa parte del cerebro que produce una reacción instintiva. Es la parte del cerebro que hace que un ciervo se alerte al menor ruido. Es nuestro instinto natural de supervivencia.
- El cerebro límbico es el responsable de nuestras emociones y motivaciones.
Como parte del sistema límbico se encuentra la famosa amígdala, esta parte del cerebro desempeña un papel fundamental en la determinación de qué eventos se almacenan en la memoria.
- El Neo-cortex, también llamado el ‘nuevo cerebro’.
Es responsable de las funciones de nivel superior como la percepción sensorial, el razonamiento espacial, el pensamiento consciente y el pensamiento creativo.
Cuando nuestro cerebro opera principalmente desde el límbico y el lado reptil, inhibimos nuestro razonamiento y habilidades de pensamiento creativo.
Por ejemplo, cuando la gente en el trabajo se siente amenazada- ya sea desde el miedo a perder su puesto de trabajo, la pérdida de la promoción, a no ser reconocidos, o cualquier otro miedo, se libera la hormona del estrés, el cortisol. Y es entonces cuando las personas actúan con las funciones del neocórtex inhibidas, no son capaces de pensar de forma creativa ni de manera innovadora.
Simon Sinek resalta un excelente punto en su presentación sobre el estrés laboral. Lo mejor que puede hacer los líderes es que los demás se sientan seguros, lo que va a aumentar la actividad del neocórtex; y esto, a su vez, conducirá a una mayor productividad del cerebro.
2.- El mejor ritmo para la productividad:
Los científicos creen que la alternancia de ciclos de trabajo con descansos cortos conduce a un aumento de la productividad del cerebro. Esto fue descubierto por psicofisiólogo Peretz Lavie.
Se aconseja que nuestros ciclos de trabajo sean de 90 minutos, seguidos de 20 minutos de descanso, lo que conduce a la mejora de los niveles de energía. Estos ciclos de 90 minutos son muy similares a los nuestros ciclos de sueño de 90 minutos; lo que conduce a niveles sostenidos de la productividad sin fatigar nuestros cerebros.
Cuatro ciclos y medio al día es lo ideal (unas 8 horas). Los ciclos naturales de nuestro cuerpo son buenos indicadores para saber cuándo descansar. El psicólogo Anders Ericsson, en un conocido estudio de violinistas de alto rendimiento, se encontró que los mejores practicaron todas las mañanas durante 3 ciclos de 90 minutos cada uno, seguido de un descanso.
3.- La neuroplasticidad:
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para volver a ordenarse o cambiar a cualquier edad. Durante mucho tiempo, se creía que las redes neuronales en nuestro cerebro se fijan después de una cierta edad y no era posible su reconfiguración. Por suerte se ha demostrado que esto no es cierto.
Entonces, ¿cómo podemos aprovechar de la neuroplasticidad?
Simplemente, mediante el ejercicio de nuestro cerebro y el ejercicio de nuestro cuerpo.
El ejercicio crea nuevas conexiones sinápticas. El ejercicio de la mente se puede hacer de muchas maneras – aprender cosas nuevas, probar nuevas experiencias, incluso las cosas simples, como tomar una nueva ruta al trabajo, tratando de cocinar de forma diferente, o leer libros diferentes; estas son maneras simples de mejorar todo el proceso de reconfiguración. Este proceso conduce a una mayor productividad del cerebro. Por ejemplo en la empresa, podemos instar a nuestros compañeros para comer sano, hacer ejercicio con regularidad, asumir tareas innovadoras o nuevos proyectos para aprovechar el poder de la neuroplasticidad.
4.- Estar en estado de “Fluir”:
¿Alguna vez has estado «fluyendo“?
Fluir es cuando el tiempo parece haberse detenido, no tienes recuerdo del paso del tiempo, y las cosas y las personas a tu alrededor parecen desvanecerse al estar tan inmerso en una actividad. Este estado se denomina también como fluir. La experiencia de fluir se da cuando estamos inmersos en una tarea, hasta el punto de que somos inmunes a lo que nos rodea. Wikipedia lo define como:
«El flujo es el estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Esta sensación se experimenta mientras la actividad está en curso. Es un estado de la creatividad suprema”.
El concepto de flujo fue propuesto por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi en 1975 y a partir de entonces se ha difundido extensamente en diferentes campos.
Cuando las personas trabajan en un estado de flujo, son naturalmente productivas. Como gerentes, debemos identificar los intereses, fortalezas y talentos de las personas y alinearnos con sus asignaciones de trabajo.
¡Si las personas se encuentran con mayor frecuencia en el estado de fluir serán naturalmente más productivas!
Esto es todo por hoy amig@s me voy a hacer un descanso que llevo hora y media con esta tarea,
hasta el próximo post y que tengáis feliz día!
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